¿Quién dijo África? 4: De Sunu2012 a SunuCause, suma y sigue

El problema de hablar del presente es que muy raras veces se sabe qué depara el futuro. Es lo que ocurre con el uso de las redes sociales y de las herramientas 2.0 en África con una voluntad comprometida, es decir, más allá de lo puramente recreativo. A mediados de 2011 la Asociación de Blogueros de Senegal puso en marcha una plataforma participativa con la vista puesta en las elecciones previstas para febrero de 2012. Así nacía Sunu2012, que desde la inexperiencia se enfrentó a los comicios con más buena voluntad que recursos y con más ilusión que garantías. Pretendía abrir un espacio de debate y de intercambio de información sobre el proceso electoral; y utilizar las redes sociales para obligar a los políticos a bajar de los atriles y ponerse delante de los ciudadanos, cara a cara, para afrontar sus críticas, sus dudas y sus exigencias. Pretendía que las tecnologías de la información y la comunicación se convirtiesen en una herramienta de participación que diese más protagonismo a los ciudadanos. La premisa era la siguiente: “Elegir a un presidente es un acto suficientemente serio como para hacerlo con toda la información”.

Los impulsores, los usuarios y los observadores externos coincidieron en que Sunu2012 había sido un éxito sin matices, eso sí, teniendo en cuenta que internet es todavía un medio minoritario en Senegal. La plataforma realmente abría un espacio nuevo de debate y de participación política y social. En realidad, lo que abría era una puerta, a la que se asomaban colectivos que no siempre se habían interesado por la política, canalizaba las inquietudes de importantes sectores sociales y se convertía en una herramienta de control de la estructura institucional y de transparencia[1].

Sunu2012 fue sólo una de las iniciativas 2.0 de estas elecciones pero demostró que se puede participar en la vida política utilizando herramientas digitales y cuestionó el sistema electoralista. Los impulsores advertían a los cargos electos que en adelante su preocupación sería comprobar sin las promesas electorales se cumplían, que se encargarían de recordar los compromisos expresados por aquellos que demandaban el voto y que seguirían siendo un canal de expresión para los ciudadanos, para sus quejas, para sus peticiones y para sus intereses, en general.

Precisamente ahí era dónde radicaba la mayor duda. Las elecciones eran un acontecimiento suficientemente motivador como para movilizar a los internautas y despertar sus aspiraciones de protagonismo. Pero pasadas las elecciones qué sería de todas estas energías, cuál sería la “excusa” que las canalizaría. La continuidad de este compromiso se ponía entre paréntesis.

De cualquier modo, los impulsores de Sunu2012 no ponían en duda su capacidad para mantener la tensión. Aseguraban que después de las elecciones se orientarían hacia la supervisión de la vida política, como ya se ha dicho, pero también hacia objetivos de corte más social, promoción de la salud, solidaridad ciudadana o iniciativas similares. Ellos estaban convencidos de que la experiencia de Sunu2012 era sólo un comienzo, un primer paso; pero no todos los analistas estaban de acuerdo, algunos consideraban que era flor de un día y que el compromiso caería en el olvido de la misma manera que se disipa el gas de una gaseosa abierta.

Una primera muestra de que la experiencia senegalesa era parte de un proceso más que un episodio aislado ha sido el alcance internacional que ha alcanzado. No sólo la repercusión que alcanzó la iniciativa en los medios internacionales (fundamentalmente francófonos), sino la voluntad de “imitación”, en el sentido más positivo de la palabra, desvelada en otros países, al menos de África Occidental. Durante el proceso, algunos usuarios togoleses o marfileños, por ejemplo, se interesaron por la posibilidad de trasladar una iniciativa similar a sus países. Sin embargo, el caso más claro nos lo encontramos en Ghana. En diciembre, igual que ocurrió en los meses pasados en Senegal, Ghana afrontará unas elecciones presidenciales y otras legislativas. Con ese objetivo, varios colectivos han puesto en marcha iniciativas de participación a través de las herramientas de la web 2.0 calcadas a las que se desarrollaron en Senegal.

Sin embargo, el gran éxito del colectivo de blogueros senegaleses ha llegado ha sido más reciente. No sólo han demostrado que son eficientes en el uso de los instrumentos digitales, sino además que tienen futuro. Poco después de las elecciones, cuando la euforia se calmó, los mismos impulsores de Sunu2012 pusieron en marcha una nueva plataforma: SunuCause. Se trataba de un intento de potenciar la solidaridad ciudadana, desde la base y explotando al máximo el potencial de comunicación, difusión y conexión de las redes sociales[2].

La primera campaña fue realmente tímida. Los impulsores de la iniciativa querían recabar apoyos para un bebé con una enfermedad en la piel que necesitaba un tratamiento que sus padres no podían costear. A pesar de no ser una “causa” excesivamente atractiva, el equipo de SunuCause logró movilizar algunas conciencias, entre otras, las de los directivos del laboratorio farmacéutico que fabrica la crema que el bebé necesitaba. Así lograron que la familia obtuviese el tratamiento, al menos, para una temporada.

Sin embargo, la prueba de fuego llegó a finales del mes de agosto, cuando unas lluvias torrenciales causaron estragos, fundamentalmente, en Dakar. Las inundaciones acabaron con la vida de quince personas y provocaron daños considerables en barrios enteros. Y la maquinaria de SunuCause se puso en marcha para no faltar a la cita con el compromiso. Twitter, Facebook y blogs empezaron a difundir imágenes, a transmitir las incidencias, a reclamar ayuda y a movilizar medios e individuos. Colaboraron a través de las redes sociales en la coordinación del reparto de materiales, comida o ropas a los damnificados y en su realojamiento; impulsaron la recogida de fondos para hacer frente a los daños, tanto a través de donaciones como a través de actos solidarios; y movilizaron a la diáspora para aumentar el apoyo y la presión internacionales[3]. No se puede decir que la causa fuese esta campaña de solidaridad 2.0 pero lo cierto es que los políticos reaccionaron de manera inmediata. El recién escogido presidente de la República, Macky Sall tomó, entre otras una sorprendente decisión: disolvió el Senado para destinar los fondos que se invierten en el mantenimiento de esta institución a los afectados por las inundaciones.

Los blogueros senegaleses han demostrado que las herramientas que muchos menosprecian como un canal de puro cotilleo, exhibicionismo y frivolidad pueden ser empleadas con fines sociales, pueden aumentar el protagonismo de los ciudadanos en las decisiones políticas y pueden paliar ciertas deficiencias del sistema. Su experiencia es puro presente así que no nos podemos arriesgar a hacer adivinaciones pero ellos están convencidos de que el techo de las posibilidades de las redes sociales está muy lejos todavía.


[1] En este enlace podéis acceder a un vídeo que relata la experiencia de Sunu2012 durante las elecciones http://www.youtube.com/watch?v=9n3LScNhTug

[2] En su blog, Cheikh Fall uno de los impulsores de la iniciativa explica la naturaleza de SunuCause http://gloomedias.blogspot.com.es/2012/08/pourquoi-sunucause.html#more.

[3] Basile Niane, presidente de la Asociación de Blogueros Senegaleses, hace un repaso de las acciones en la red http://senegalmedias.blogspot.com.es/2012/08/senegal-les-inondations-du-26-aout.html.

Texto aparecido en el boletín trimestral (septiembre 2012) del Centre d’Estudis Africans i Interculturals de Barcelona, dentro de la sección ¿Quién dijo África?. Estos boletines están disponibles para descarga tanto en la versión en castellano, como en catalán en la web del CEA.

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